EL GATICUY, Es una danza pastoral, que se diría nacida de un
encuentro de la poesía con la música a merced y cualidad innata del autor pomabambino:
Wilson Tolentino Moreno, en donde los atuendos y las canciones en castellano y
quechua reflejan todo el espíritu de peruanidad del mundo andino, por eso él
dice que cantar es poner el alma al silencio estado de olvido en que se
encuentran las plantas de linaje cordillerano.
Esta danza basada en las costumbres ancestrales de raigambre
profundamente religioso está constituido por un grupo de jóvenes disfrazados de
toro, cerdo, burro , carnero y cabra conforman la manada cuya conducción danzante
es asumida por dos filas de parejas de pastores quienes se desplazan a la luz
presencial de una paloma que ejerce liderazgo columbino sobre esta comparsa con la azucena en la mano que la
llamamos la vara de San José en vez de una espada de uso angelical , a sus
pasos donairosos los pastores haciendo unas hermosas bromelias, donde la formación
de los ramos tiene su autoría primaveral en las propias manos de la naturaleza,
el tono que le da su cinta roja de mocedad al sombrero más su pintaybata
pomabambina , es de postrarse a sus pies y en actitud reverente inclinarle una
flor, mientras los hombres sobriamente vestidos de campesinos en señal de heroísmo campestral
llevan una huaraca de iridiscentes colores. En cuyo trayecto nuestros danzantes
hombres del bien son sorprendidos por el satanás que representa el mal, quien
convertido en zorro deslizándose por entre espesura del bosque humano emprende
a desplegar sus acciones propias de un acoso a los ganados, sin embargo todo
intento de maldad de este espíritu maligno demostrada en contra de los hombres de buena fe, viene siendo
completamente fracasado , en la presente grabación ofrecemos a nuestro queridos
paisanos, la interpretación de la canción relativo a la formación y el tapado
del bohío del niño Gaticuy. Y finalmente
aprovecho la oportunidad para rendirle póstumo homenaje a quien vida fue la señora: Jesús Moreno
Valverde de Tarazona, mayordomo del niño Belén por más de cuatro décadas de
años y felicitándole a la vez a su esposo el señor: Honorino Tarazona Villanueva,
por haber tomado la decisión de asumir la continuidad de la mayordomía del Niño
de Belén de Pomabamba.
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